Mª Soledad, Mª Dolores y Mª Concepción Gómez Heredia

"De todas las ilusiones, la más peligrosa consiste en pensar que no existe sino una sola realidad"

Paul Watzlawick 

Ésta no es una historia de represaliados, sino de esposas y madres, y en realidad sólo es la pequeña parte que se puede reconstruir a través de las notas de prensa. 

Ésta no es una descripción del contexto sociopolítico del 1925-1945, sino el retrato parcial de parte de la sociedad mazarronera de la época, cuando el verano cambiaba la vida social de la villa. 

Ésta no es una historia de represaliados y familias de la clase obrera, sino de familias de la alta burguesía, de las que en el primer tercio del siglo XX no eran ajenas a las ideas universales de progreso y de izquierdas. 

¡Qué tristeza de olor de jazmín! El verano 

torna a encender las calles y a oscurecer las casas, 

y, en las noches, regueros descendidos de estrellas 

pesan sobre los ojos cargados de nostalgia. 

“¡Qué tristeza de olor a jazmín!”

Juan Ramón Jiménez

Verano de 1925. El Puerto de Mazarrón está a rebosar de veraneantes. La pequeña burguesía local se ha trasladado a la playa los meses estivales. Ocupan las casas que se alinean en el paseo del Puerto. Pasan la mañana en la playa, en casetas y toldos instalados en la arena; por la tarde salen a pasear. Hay quioscos con mesas y sillas donde a mediodía toman el aperitivo y por las tardes juegan al dominó, a las cartas, y les sirven anís “paloma”, bebidas “espirituosas” o helados, agua-limón, “blanco y negro”... El Paseo del Puerto, entonces llamado “de Cánovas” se ha plantado no hace mucho con palmeras adornadas con reborde de azulejos. Las familias se sientan a la puerta de sus casas; los y las jóvenes se reúnen con los amigos, en el paseo, en las terrazas de los cafés, uno de los preferidos “La Peña”, con sus sillones de mimbre y sus bailes improvisados.

Las hermanas Soledad, Lola y Conchita, están de veraneo con sus padres como cada año, una estancia que se prolongará hasta finales de septiembre o principios de octubre [1]. Son jóvenes, 21, 18 y 16 años, es verano y las fiestas se suceden. En agosto, Soledad y Conchita asistirán a la fiesta de disfraces organizada en casa del Sr. alcalde “…espléndida y deslumbrante fiesta celebrada el sábado pasado en el hermoso hotel que nuestro querido y respetado amigo don Ángel Viudes posee en sus magníficas posesiones del Alamillo” [2] y tampoco se perderán el famoso desfile de carrozas “El coso Blanco”, que Lola y Conchita Gómez presenciarán con un grupo de amigas desde “una terraza frente al mar en uno de los sitios más céntricos del paseo de Cánovas” [3]. 

Incluso los asalariados más desfavorecidos, mineros, agricultores, un día al año, el 15 de agosto, día de la virgen, podrán evadirse a su realidad y disfrutar, como “los señoritos”, de un día de playa y verbena. La alegría que parece reinar en Puerto de Mazarrón contrasta con la realidad social que vive el municipio, en el que la población continúa decreciendo por el éxodo masivo de obreros [4] en busca de trabajo. Ajenas (o no) al drama social de la emigración forzosa, en el Puerto las “clases medias” están de veraneo. Las hermanas María Soledad, María Dolores y María Concepción son hijas de Don Ginés Gómez Granados, propietario, que durante un tiempo ocupó la plaza de archivero municipal [5], y Doña Dolores Heredia Lardín. Pertenecen a lo que se denominan “clases medias altas”, un colectivo heterogéneo en el que los varones son intelectuales -médicos, abogados, etc-, mandos militares -intermedios y bajos-, funcionarios y pequeños industriales, comerciantes y propietarios, y las mujeres, sus esposas [6]. 

Pasado el verano la prensa no será tan benévola con el Sr. alcalde. La producción minera, tras el repunte propiciado por la demanda de mineral durante la primera guerra mundial, ha disminuido drásticamente dejando sin empleo a muchos trabajadores. La situación de la agricultura no es mejor, los periódicos hablan de “campos sedientos” al tiempo que denuncian el problema de las comunicaciones y el abandono de las obras del ferrocarril “que mata en flor la prosperidad de los pueblos de Águilas y Mazarrón” [7] y recriminan al alcalde el incumplimiento de sus promesas como la “solución ofrecida por usted al Director de la Compañía de Águilas de la huelga de sus obreros del año diecinueve; construcción del pantano que tendría capacidad para regar todo el término municipal; inclusión de Mazarrón en el aprovechamiento del sobrante del Segura…”[8]

En este contexto tienen lugar las bodas de las hermanas Soledad y Conchita, la mayor y la menor, el día 24 de octubre de 1926 que “se verificaron en familia por el luto de las desposadas” [9] “En Mazarrón y ante un artístico altar levantado en casa de la novia, tuvo lugar el matrimonial enlace de nuestro distinguido y querido amigo don Carmelo Martín del Valle, Director que fue de esta sucursal del Banco Internacional y actualmente de la de Sevilla, con la bella y bondadosa señorita Conchita Gómez Heredia (…) Al mismo tiempo celebrose el desposorio de la encantadora Srta. Soledad Gómez Heredia, hermana de la anterior, con el profesor veterinario don Elías Moya González [10]. 

Conchita y su esposo D. Carmelo Martín del Valle fijarán su residencia en Sevilla donde él había sido nombrado a principios de ese mismo año director de la sucursal del Banco Internacional de Industria y Comercio [11]; allí nacerá su primer hijo en enero de 1928 [12]. Posteriormente, tras pasar de nuevo unos meses por la sucursal de Cartagena es nombrado en julio de 1929, subdirector de la oficina Central en Madrid [13]. 

Si atendemos únicamente a los ecos de sociedad, en los que las jóvenes siempre “bondadosas, bellas, buenas, encantadoras…”, se dedican a asistir a fiestas y a contribuir a obras de caridad, las hermanas Gómez se dibujan como el prototipo de muchachas de “buena familia”, banales, cristianas y conservadoras. Sin embargo los indicios apuntan en otro sentido, sobre todo si tenemos en cuenta la tendencia ideológica de Elías Moya y Félix Pablo, los maridos elegidos respectivamente por Soledad y Dolores. 

Mª Soledad Gómez Heredia, nacida en Las Moreras en octubre de 1903, se emancipó unos meses antes de alcanzar la mayoría de edad [14] y, el mismo año, contrajo matrimonio con el joven veterinario D. Elías Moya González, natural de Montalbo -Cuenca-, que ocupaba desde enero de 1924 la plaza de “inspector de carnes” del Ayuntamiento de Mazarrón [15]. D. Elías pertenecía a la junta directiva del colegio oficial de veterinarios de la provincia de Murcia [16] y luchó por la rehabilitación de la Asociación Nacional de Veterinarios [17]. En 1927 opositó a la plaza de veterinario del partido judicial de Totana [18] ocupando los puestos de Inspector de Sanidad Pecuaria y de Subdelegado de Veterinaria [19] . En diciembre de 1928 Soledad dio a luz a su primogénito, Jerónimo, y dos años y medio después nacieron las gemelas Mariana del Pilar y María de los Remedios. 

D. Félix Pablo Gundín llegó a Mazarrón el 1º de enero de 1930 y desde ese momento fue uno de los personajes más destacados y activos del panorama político. Hombre de fuertes convicciones republicanas, de izquierdas y un magnífico orador, no dudó en manifestarse públicamente participando en los actos previos a la instauración de la República lo que le costó ser procesado junto a Francisco López de Goicoechea [20] por injurias al rey además de poner en riesgo su actividad profesional [21]. Tras proclamarse la 2ª República, D. Félix Pablo Gundín, presidente de la Junta Revolucionaria de Mazarrón, izó la bandera republicana en el balcón del Ayuntamiento el 15 de abril de 1931, a las tres de la tarde “Conforme iba subiendo poco a poco y la multitud enardecida de entusiasmo aplaudía vitoreando a la República, mi alma se ensanchaba como queriendo subir al par que la bandera y daba entonces como ahora por bien empleados tantos sinsabores y fatigas” [22]. Félix Pablo Gundín que había fundado en septiembre de 1930 junto a una veintena de personas el Partido Republicano Radical Socialista de Mazarrón por desavenencias con los nuevos militantes abandona esta formación e ingresa en el PSOE. 

En el ambiente de euforia de la recién estrenada la 2ª República, acontece la boda de Dolores. Nacida en Las Moreras en diciembre de 1906, se casó en junio de 1931 “En la residencia de la señora viuda de Gómez, el día 7 del actual, a las siete de la tarde, se celebró la boda de su encantadora y bellísima hija, Lolita Gómez Heredia, con el culto abogado y notario de esta villa, don Félix Pablo Gundín” [23].El novio, natural de Mérida (Badajoz), era diecisiete años mayor que ella, viudo y padre de dos hijos. También un defensor de la nueva constitución, de la igualdad entre sexos, del divorcio, de la igualdad de derechos para los hijos ilegítimos… En febrero de 1932 nació al primera hija de la pareja, Mª de los Dolores Felisa Guillermina Pablo Gómez en la casa familiar de la calle García Alix, 7, 1º. Poco después se trasladarían a la provincia de Almería. 

La proclamación de la II República viene acompañada de una fuerte crisis laboral provocada por la desastrosa situación de la industria del plomo y del cinc. A la situación de depresión que sufre el municipio se suman el cierre de la fundición de plomo, el abandono de las obras del refugio del Puerto y el paro de la fábrica de esparto. La emigración no ha cesado [24]. Sin embargo la nueva Constitución con la conquista de derechos igualitarios renueva la ilusión en la población, especialmente entre los obreros y una parte de la clase media. D. Félix Pablo continuó con su activismo político y se presentó a las elecciones de noviembre de 1933 por el PSOE de Almería sin resultar elegido [25]. En 1934 era notario en Cuevas de Almanzora, donde nació María su segunda hija, y en 1935 notario de Huercal-Overa; después ocupó el puesto Juez municipal del distrito de San Sebastián de Almería. En julio de 1937 solicitó la excedencia voluntaria, que prorrogó en 1938 por un año más [26]. Durante la guerra civil participó en el Tribunal Popular de Almería y pagó un alto precio por ello. Mientras tanto en Mazarrón su cuñado Elías Moya ocupó el cargo de secretario en el Partido Republicano Radical Socialista, y más tarde como militante y en representación de Izquierda Republicana formó parte del Ayuntamiento Popular constituido el 29 de octubre de 1936, donde tendría como compañero a Andrés Lorente Sáez (UGT-Juventudes Socialistas Unificadas) que murió en el exilio francés tras sobrevivir al encierro de más de cuatro años en el campo de concentración de Mauthausen. Después se enroló en el Ejército Popular donde fue capitán sanitario de una brigada.

Tras el fin de la guerra civil, en la Calle de los Lardines el día 20 de mayo de 1939, fallece Mariana Moya a los siete años, una de las gemelas de Elías y Soledad. Lola Gómez ha viajado a Mazarrón, su marido D. Félix Pablo Gundín está en la cárcel, sobre él pesan graves acusaciones. Lola se encuentra con una amiga, antigua vecina de juventud, el dolor y la humillación la abruman y se desahoga con ella, le cuenta que incluso le han llegado a pedir favores sexuales a cambio de interceder por su marido. 

Félix Pablo fue fusilado en Almería a finales de 1939. Su cuñado y amigo D. Elías Moya tuvo mejor suerte, fue juzgado por ser un “destacado elemento de izquierdas” y su caso fue archivado en 1944 [27]. 

En octubre de 1939, Doña Dolores Heredia, viuda de Gómez, reclama al Sr. Gobernador que le devuelvan su casa sita en el nº 8 de la plaza del ayuntamiento (primero plaza de la Libertad y en ese momento plaza del Caudillo), que había sido incautada con todas sus pertenencias por el nuevo ayuntamiento y era utilizada como cuartel de la Guardia Civil. La alcaldía tuvo que acatar la orden del gobernador no sin antes intentar justificar que si no se había efectuado contrato con la propietaria era por desconocer su paradero y haciendo constar el activismo político de sus yernos Elías y Félix, hechos que “no invitaban mucho a constituir una renta más o menos modesta a gentes de significación tan poco en armonía con a causa nacional” 

Vuelve a ser verano. Han transcurrido 15 ó 20 años desde el alegre verano de 1925. La guerra civil terminó, el dolor y la represión de la postguerra no. Pero de nuevo es verano y los jóvenes se divierten en la playa del Puerto igual que entonces. Una fotografía nos muestra a un grupo de jóvenes sonrientes, el texto que la acompaña los identifica, de pie, el primero por la izquierda es “Jerónimo Moya, Abogado, Gestor, que tuvo un bufete en Albacete y Zaragoza, hijo de un veterinario, de ascendencia mazarronera”. 

Es la pandilla de Jerónimo Moya Gómez, el hijo de D. Elías y Dª Soledad. 

[1] Tanto el nacimiento de la hija menor como el fallecimiento del padre tienen lugar en verano y en Puerto de Mazarrón, aunque la residencia habitual estaba en Mazarrón. 

[2] La verdad de Murcia 15-08-1925. La noticia también la recoge El Liberal 11-08-1925. 

[3] La verdad de Murcia 22-08-1925. 

[4] La población de Mazarrón disminuyó de 23.284 habitantes en 1900 a 13.604 en 1930. “Estadísticas históricas de población de la Región de Murcia”. Consejería de Economía y Hacienda-Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 

[5] Ginés Gómez Granados fue nombrado archivero interino del ayuntamiento de Mazarrón en 1914 (Archivo Municipal de Mazarrón). En 1926 figura como propietario (Registro Civil de Mazarrón) Era socio de la sociedad “Casino” y fue miembro de la junta directiva (El Liberal de Murcia 5-4-1906) 

[6] Los tíos de las hermanas Gómez Heredia son: Dolores Gómez y su esposo D. Ramón Cano Puente, teniente de navío de primera clase (Heraldo de Mazarrón, 22-03-1906, 17-10-1907); Francisca Heredia y su esposo el médico don Mariano Ruiz López; y Mª Luisa Heredia y su marido, el práctico del puerto de Cartagena, don Juan Heredia Hernández 

[7] El Liberal de Murcia 14-03-1926, p.1 

[8] La Verdad de Murcia 30-03-1926, p.2 “Hechos no utopías” 

[9] El día 24-11-1924 había fallecido su tía Dolores Gómez Granados (La Verdad, 28-11-1925) 

[10] El Porvenir –diario independiente de Cartagena- 26-10-1926 

[11] En 1924, al transformarse el Banco de Cartagena en el Banco Internacional de Industria y Comercio, tenía en Andalucía varias sucursales entre ellas Sevilla. Entre 1920 y 1933, estuvo controlado por "Banque Belge pour l"Etranger" y la Banca Marsans; en 1934 también por el Banco de Valencia y en 1943 fue absorbido por el Banco Central.

http://bancaandalucia.blogspot.com.es/2011/03/banco-internacional-de-ind...

[12] El Porvenir –diario independiente de Cartagena- 24-01-1928 

[13] El Eco de Cartagena 16-01-1929, 18-07-1929 

[14] Mª Soledad Gómez Heredia nació en Las Moreras el 08-10-1903 y solicitó la emancipación el 22-03-1926 (Registro Civil). La Mayoría de edad se alcanzaba al cumplir 23 años, aunque según el artículo nº 321 del código civil vigente en la época, las hijas entre 23 y 25 años no podían abandonar el domicilio sin permiso del padre o de la madre, a no ser que fuera para contraer matrimonio o en el caso de que el padre o la madre contrajera ulteriores bodas. (ABC 17-08-1925) 

[15] El Ayuntamiento en sesión celebrada el 25 de enero de 1924 lo nombró inspector de carnes con carácter interino (La Verdad 30-01-1924) y el 04-04-1924 fue nombrado en propiedad (La Verdad 10-04-1924) 

[16] Es vocal de la junta directiva del colegio oficial de Veterinarios en 1924 (El Liberal 18-03-1924) y en 1930 (La Verdad 06-02-1930, boletín “la semana veterinaria” nº 686, 16-02-1930) 

[17] D. Elías Moya firma un manifiesto por la rehabilitación de la A.N.V.E. (Asociación Nacional de Veterinarios Españoles),un organismo que permitía a este colectivo reivindicar sus derechos y mantener órganos de protección y ayuda a sus asociados como el Montepío Nacional o el colegio de Huérfanos (“La Semana Veterinaria” nº 616, 14-10-1928). En 1931 Elías Moya contribuye con un donativo de 15 ptas. al colegio de huérfanos (“La Semana Veterinaria” nº 764, 16-08-1931) 

[18] “Levante agrario 06-07-1927” // “El Liberal de Murcia” 06-07-1927 

[19] D. Elías Moya, como Subdelegado de Veterinaria, acompañó al Inspector Provincial de Sanidad en una visita de inspección a Mazarrón (“Diario de la república” 15-12-1932) Los Subdelegados de Veterinaria eran los responsables de los veterinarios municipales, y sus representantes en las juntas Provinciales de Sanidad. Esta figura fue declarada a extinguir al crearse la Dirección General de Ganadería e Industrias Pecuarias en 1931 (María Castaño Rosado: “La Mujer veterinaria”- Universidad Complutense de Madrid) 

[20] Nacido en Totana, abogado en Madrid, diputado por Murcia en las constituyentes de 1931 por el Partido Republicano Radical Socialista 

[21] “El Liberal de Murcia” 30-09-1930, 06-03-1931; “El Levante agrario” 05 y 07-03-1931 

[22] En un artículo Félix Pablo Gundín relata como suceso más destacado del año 1931 el advenimiento de la 2ª República (“Alerta” 06-01-1932) 

[23] “El Liberal de Murcia” 14-06-1931 

[24] La población descendió de 13.604 habitantes en 1930, a 11.569 habitantes en 1940 

[25] “La Vanguardia” 21-11-1933, Fundación Pablo Iglesias 

[26] La Gaceta de la República 

[27] Ficha Audiencia Provincial de Murcia-Archivo General de la Región de Murcia 

[28] “El Puerto: Evocaciones”, Mateo García