REPUBLICANOS ESPAÑOLES EN LA FÁBRICA DE FUMEL.

“A la memoria de los Republicanos Españoles  de la fábrica de FUMEL que combatieron por la LIBERTAD y contra el FASCISMO”

El 4 de febrero de 2011 se colocó esta placa[1] en el exterior en la fábrica de Fumel para recordar a los 500 republicanos españoles, transferidos en su mayoría del campo de Septfonds (Tarn et Garonne-Francia) a esta fábrica para reemplazar la mano de obra local movilizada tras la declaración de guerra a Alemania en septiembre de 1939.

Previo a la caída de la República española y la victoria de Franco, en febrero de 1939, cerca de 500.000 personas, combatientes, gentes de izquierdas, familias enteras, se refugiaron en el sureste de Francia. Fue un éxodo, lo que se conoce como "Retirada". El 6 de febrero de 1939, el gobierno francés aceptó acoger a los Republicanos españoles y reagruparlos, hacinados en condiciones indignas, en campos internamiento improvisados (Argeles, Septfonds, Le Vernet, Gurs, …) El decreto de ley del 12 de abril de 1939 imponía a los extranjeros beneficiarios del derecho de asilo, a realizar  “prestaciones” al ejército en forma de trabajo. Así, antes de que Francia declarase la guerra a Alemania, los refugiados españoles constituían los primeros reemplazos de las Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE), unidades militarizadas  repartidas por todo el territorio francés (como ya hemos contado, en las CTE enviadas a realizar trabajos de fortificación en primera línea de fuego se hallaban la mayoría de mazarroneros que fueron apresados y posteriormente deportados a Mauthausen) La firma del armisticio con Alemania y la desmovilización de la armada francesa, condujeron a  las autoridades de Vichy a transformar las CTE por Grupos de Trabajadores Extranjeros (GTE), quedando bajo tutela del ministerio de Producción industrial y de Trabajo por el decreto de ley del 27 de septiembre de 1940. “El levantamiento de la economía nacional” se impuso a la lógica de exclusión dominante y la numerosa mano de obra de los GTE  fue utilizada por múltiples empresas atraídas por su docilidad y bajo coste.  Lot-et-Garonne acoge el 505º GTE de Fumel y 536º GTE de Casseneuil donde los españoles son empleados para construir el polvorín nacional de Sainte-Livrade-sur-Lot (la Poudrerie de Sainte-Livrade-sur-Lot) y en la Sociedad Minero Metalúrgica de Périgord (S.M.M.P.) en Fumel[2].

El campo de Septfonds tenía la reputación de ser un campo de tránsito donde las autoridades francesas obtenían mano de obra cualificada para estas fábricas. A finales de 1939, llegó el primer convoy de Septfonds a Fumel con los republicanos españoles puestos a disposición de la S.M.M.P. Como relata Isaac  Casares, un republicano que llegó en este convoy, estos trabajadores dormían en condiciones inhumanas, sobre la paja, en chozas improvisadas y vagones viejos.

Entre el nueve de noviembre de 1939 y el trece de diciembre de 1940, trescientos treinta y tres españoles fueron empleados en la fábrica de Fumel. La mayoría provenían del campo de Sepfonds, aunque muchos habían pasado antes por varios campos de internamiento franceses. Entre ellos encontramos a los mazarroneros Manuel Castilla y Antonio Vera.

Antonio Vera Gambín, nacido en Leiva en 1906, hijo de Juan y María, era minero en Suria, donde contrajo matrimonio con Ana Navarro en 1931. Militante del sindicato CNT de mineros de Suria, se enrola como miliciano al estallar la guerra en julio de 1936. Con la Retirada pasa la frontera de Francia el diez de febrero de 1939 y es internado en distintos campos franceses, Montlouis, Vernet y finalmente en Septfonds, desde donde es transferido en una de las primeras expediciones de trabajadores a la fábrica de Fumel el veintinueve de noviembre de 1939.

El itinerario de Antonio Vera es similar al que siguieron otros mineros mazarroneros, como Pedro Hernández[3] y Juan Pérez Sánchez, los tres emigraron para trabajar en las minas de Suria, militaban en la CNT y con la Retirada pasaron a Francia donde fueron internados en campos de refugiados, pero, asignados a diferentes compañías de trabajadores, tuvieron un final muy distinto. Juan Pérez Sánchez estuvo internado en el campo de Vernet, igual que Antonio Vera, pero mientras que éste fue trasladado al campo de Septfonds y acabó trabajando en la fábrica de Fumel, Juan Pérez Sánchez, enrolado en la 28º CTE fue capturado por el ejército alemán en Belfort e internado en el stalag XI B, desde donde fue deportado a Mauthausen y de allí a Gusen donde murió en agosto de 1941. Antonio Vera Gambín después de la guerra se estableció en Francia y murió en Toulouse en 1983.

Manuel Castilla Hernández, conductor de profesión, llegó a la fábrica 3 meses después que Antonio Vera, el veintisiete de  febrero de 1940, procedente del campo de St. Cyprien donde había ingresado un año antes, el nueve de febrero de 1939. Manuel, hijo de Manuel y Mª de los Remedios, naturales de Alhama de Almería, había nacido en las Ermitas de Mazarrón en 1901.

Durante el acto de inauguración de la placa se mencionó el importante papel de los republicanos españoles en la resistencia y el maquis, como el grupo “Soleil” y concluyó con palabras de recuerdo y reconocimiento a la lucha de los republicanos españoles.

Con la esperanza de un retorno a su país tras el fin de la guerra, algunos españoles tomaron parte en la lucha contra la ocupación uniéndose al Maquis. En Fumel se organizó uno de los primeros grupos de la UNE (Unión Nationale Espagnole), constituido por fuerzas de todo el horizonte ideológico con el único fin de reconquistar España. Al final tuvieron que enfrentarse a la realidad, España  estaba bajo el yugo de la dictadura fascista. Luego se extendieron a lo largo de la región, y fundiéndose en el tejido social de la comunidad local, hoy constituyen una de las mayores comunidades de extranjeros.