BOMBARDEOS EN EL PUERTO DE MAZARRÓN

1938 BOMBARDEOS EN EL PUERTO DE MAZARRÓN

Artículo publicado en RETAHÍLA, Revista de Estudios de Mazarrón, nº3, Mazarrón, 2002.

Durante la guerra civil Española (1936-1939), los dos bandos contendientes recibieron apoyos de países extranjeros. De la Unión Soviética y de miles de brigadistas internacionales para la República; de Alemania, Italia y Portugal, para los Nacionales. En el caso de estos últimos, llegaría una unidad especial perteneciente a la aviación Alemana, la famosa "Legión Cóndor", que tendría en el campo Español, el laboratorio de pruebas para sus nuevos aviones y armas, como pronto comprobaría toda Europa. Por desgracia para las fuerzas Republicanas, pronto se demostró la superioridad rebelde en el ámbito aéreo, gracias a la ayuda de la Cóndor y de la Aviación Legionaria Italiana. Durante toda la guerra, pero especialmente en 1938 y 1939, sus incursiones por el litoral Mediterráneo, atacaron puertos, barcos, fábricas, centrales y aeródromos. Esta es la historia que concierne solo a Mazarrón. Algo que ahora es una anécdota pero que la mayoría de los mazarroneros hoy desconocen. Y este es el resultado de la investigación. 

UN PUEBLO DE LA RETAGUARDIA.

Durante el transcurso de la guerra Mazarrón había cambiado bien poco su fisionomía física, pero no así la social. Su privilegiada situación, alejada de los frentes de la guerra, había hecho de la vieja villa un punto de refugio en la retaguardia. Pero su estado real, como el de todos los pueblos de la región, pasaba críticos momentos.

Las minas, principal fuente de vida aún del pueblo, son intervenidas por el estado el 14 de septiembre de 1938. Las explotaciones se mantenían pero en condiciones tan precarias que la falta de cualquier material paralizaba los trabajos durante días. Se dependía de los suministros de la Base Naval de Cartagena en todos los órdenes y materias. Los camiones de transporte, los repuestos, todo provenía de la base. Al mismo tiempo, la revolución se había llevado por delante muchísimas cosas. El tren que unía Mazarrón con el Puerto había parado en 1935, y sus vías desmanteladas. No había teléfono e incluso se habían suspendido los autobuses que unían Mazarrón con Murcia, viéndose obligado el Ayuntamiento a instar a las autoridades para reponer tal servicio[1]. Además, debido a la restricción en el consumo de gasolina, ningún automóvil particular podía circular, salvo que fuera para comisiones de servicio, siendo ordenada la clausura en sus locales de todos los existentesexistentes[2]. La luz eléctrica, que no existía en todas las casas, no se suministra por la Eléctrica del Segura desde el mes de mayo de 1938 en el Puerto, y en Mazarrón más de un tercio tampoco se distribuye.

La antigua fundición Santa Elisa. Foto Colección Francisco García Jorquera

De las instalaciones y hornos existentes en la antigua Fundición de Santa Elisa, en el Puerto de Mazarrón, sólo quedaba un solar con paredes derruidas y algunos edificios ya abandonados, buscándose el provecho de los restos de material de hierro existentes, como había sucedido con parte de las vías del ferrocarril. Únicamente las chimeneas sobrevivían en el cabezo. La escasez de hierro llevaría a finales de 1938 a situaciones tan extremas como el ordenar que se bajaran las campanas de las iglesias para ser fundidas, aunque esto no se realizó finalmente[3]. Con igual intención se solicitaría la retirada de la farola situada en la plaza del Ayuntamiento para construir bombas, por parte de la fundición de Granadas, Gallego y Acosta, aunque dicha farola alumbra todavía (pese al farol que le han colocado), frente a la iglesia de San Andrés[4] También el hierro existente en las Escuelas Graduadas se solicitaría para ser fundido.

Al mismo tiempo y debido a los frecuentes "raids" de la aviación Nacional sobre Cartagena, se construyeron varios refugios en Mazarrón y el Puerto, donde se alojaba la población cuando sonaban las alarmas, aunque también se habían aprovechado los accidentes naturales existentes. Así, en Mazarrón estaba el refugio de la explanada del Circo (actual Jardín de la Purísima), el del cabezo de Santa Catalina, el de la calle de Puigcever, el del cerro del Molinete y el del cerro del Castillo.

En el Puerto se habilitó uno en el cabezo del Faro, otro más en el antiguo hotel de la Metalúrgica (en la actualidad la residencia El Peñasco) y las numerosas cuevas existentes en la Cumbre (ver cuadro). Con la misma finalidad bélica, como zona costera y próxima a Cartagena, se habían instalado una serie de enclaves militares. Así, en la antigua iglesia de San José, en el Puerto, tras haber sido destrozadas las imágenes religiosas en los primeros meses de la guerra civil (como sucedió en el resto de Mazarrón), se instaló un batallón del Regimiento Naval n° 1(Vigilancia de Costas). En el Mojón se había instalado un reflector para los ataques aéreos nocturnos y en Isla Plana existía una batería antisubmarina, artillada con dos cañones (57/43 Nordenferld, tipo de Marina), junto con un proyector. Al mismo tiempo, existía la batería de Loma Larga, en el Campillo de Adentro, que poseía cuatro obuses de 240/14, y que se encargaba de vigilar las costas de la Azohía, Chapineta, San Ginés e Isla Plana[5]. Aparte de todo esto, existía un destacamento de la Guardia de Seguridad (de Asalto), amén de los puestos de Carabineros.

 

RELACIÓN DE LOS REFUGIOS EXISTENTES EN MAZARRÓN

REFUGIO

CAPACIDAD

DESCRIPCIÓN

MAZARRÓN

CERRO DEL MOLINETE

800 personas

110 metros de galería de 2,10 x 2,50 metros, con dos puertas

CERRO DEL CASTILLO

400 personas

46 metros de galerías, de 2 x 2,30 metros, con dos puertas

EXPLANADA DEL CIRCO (Jardín de la Purísima)

480 personas

60 metros de galería, muros de mampostería y cubierta de hormigón armado, reforzada con una capa de sillería y mampostería

CERRO DE SANTA CATALINA (Cabezo del Santo)

375 personas

47 metros de galería de 2 x 2,20 metros con dos puertas

CALLE PUUIGCERVER

330 personas

40 metros de galería de 2,10 x 2,20 metros con dos puertas

PUERTO DE MAZARRÓN

CERRO DE LA FAROLA (Cabezo del Faro)

255 personas

Dos trozos de galería con un total de 30 metros que se encuentran en una sección de 2 x 2,20 metros y una puerta a cada trozo

HOTEL DE LA METALÚRGICA (Residencia Peñasco)

255 personas

Galerías con muros y bóveda de ladrillo

CUEVAS DE LA CUMBRE

Aunque no era un refugio oficial, si fueron utilizadas estas cuevas por la población

Fuente: A.M.M., correspondencia 1940 y elaboración propia

ACTIVIDAD EN EL PUERTO.

En la guerra civil el puerto se encontraba muy distinto a la actualidad. En 1936 tan solo existían dos pequeños embarcaderos conocidos por el muelle de la sal y el muelle del mineral, situados en ambos extremos de la playa del Cuartel, hoy desaparecida, y que era utilizada por numerosas barcas de pesca.

Junto al muelle de la sal había siempre enormes montones de sal preparada para la carga. Hasta el muelle del mineral llegaba la Vía férrea, desmantelada a comienzos de la guerra civil.

Vapor Ita. Foto Colección Juan Padrón Albornoz. Universidad de La Laguna

El puerto tenía cierta actividad, con barcos que venían a cargar mineral o a descargar carbón. La actividad en las salinas había decrecido considerablemente y prácticamente en toda la guerra no salieron barcos cargados con este cargamento. De las 176 entradas de barcos que se producen entre el 1 de julio de 1936 y el 1 de mayo de 1939, sólo en una ocasión, el 6 de julio de 1936, entró un barco (el Francés "Surville" de 2.318 toneladas) para cargar sal. El resto del tiempo todo fueron entradas y salidas para cargar mineral o descargar carbón.[6] El "lta", un carbonero Español de 2.562 toneladas perteneciente a la F. Fierro, llegó el 20 de julio de 1936 al Puerto de Mazarrón para descargar carbón. Llegaba de un viaje en el que partió del Musel el día 3 de julio, con etapas en Cádiz y Sevilla.  Para el día 28 de julio acabaron las tareas de descarga del carbón, pero ante la nueva situación acaecida durante su etapa última, permaneció en el puerto. El 31 de julio de 1936 fue requisado por el Gobierno Republicano, siendo utilizado para bloquear la entrada del puerto de Huelva. Así fue hundido el 29 de agosto del mismo año cargado de escombros de mineral. Más tarde fue recuperado por los Nacionales[7].

Entre todos los barcos tendría un papel principal el "Antonia Acosta", un pailebot de 58 toneladas que realizará cientos de viajes durante este periodo. Perteneciente a la naviera de don Francisco Vera Acosta, este velero realizó hasta 133 de los 167 registros de entrada en el puerto en tiempo de guerra. Su actividad habitual consistía en llegar en lastre y cargar mineral de plomo con destinos no demasiado lejanos, como Águilas, Torrevieja, Almería, Cartagena, etc.

Pailebot Paquito Vera en la Bahía de Mazarrón.

El Puerto acogió en la guerra 7 visitas de vapores Ingleses de medio tamaño para la descarga de carbón, repitiendo viaje tan solo el "Margaret Rose". También entre los barcos visitantes del Puerto de Mazarrón, hubo algunos famosos como el "Cala Virgilis" hundido en Gandía, reflotado y vuelto a hundir en Valencia, el "Petrolea" que fue capturado por la flota Nacional, o el vapor "Vicente" hundido en Gandía pocos días después de su visita del 11 de julio de 1938. También realizaron diversas visitas otros veleros de la Compañía Vera como el "Carmela Sánchez de Vera", el "Soledad Vera", el "Paquito Vera", y el "Francisco Vera García".

LA VIDA COTIDIANA.

La población civil sigue intentado hacer una vida normal, aunque las circunstancias del país hacen que en casi todas las casas falte algún familiar destinado en el frente, o se hayan sufrido las consecuencias del alargamiento de la guerra. En muchos casos el hambre es casi inevitable y el buscarse la vida se hace indispensable. Se trataba de paliar esta mala situación mediante los vales de racionamiento, pero el trueque estaba más a la orden del día que estos sistemas tradicionales.

Al caer la noche, las calles se despoblaban. Patrullas de guardias vigilan, además de los controles existentes en la entrada y salida del pueblo; vigilan las comunicaciones y los cruces más importantes. Las luces están prohibidas para evitar los bombardeos y en las casas, los modestos carburos y quinqués alumbran las estancias siempre con las ventanas cerradas.

 Algunos días la gente ve pasar aviones en dirección Cartagena, el gran objetivo siempre, pues se encuentra el Arsenal y el núcleo de la flota Republicana. Esas veces, las alarmas suenan; ¿quién sabe si atacarán también el pueblo? La gente corre a refugiarse a las cuevas, a los refugios instalados, al campo. Mucha gente se marchará a residir a las pedanías próximas mucho más tranquilas que el Puerto o el pueblo.

Ya el Ayuntamiento, en la sesión del 3 de enero de 1938 había adoptado, en razón a los numerosos bombardeos próximos, la conveniencia de dejar el municipio a oscuras en cuanto se visualizase la presencia de aviones enemigos. Por tal motivo, se acordó instalar un tendido de hilo por timbre de alarma entre "las oficinas de Telégrafos y la fábrica de Electricidad de esta villa, con el fin de que en un momento dado, pueda apagarse el alumbrado eléctrico de esta población y barriada del Puerto, acordándose igualmente que los gastos que ello ocasione se hagan efectivos por Caja Municipal[8].

EL PRIMER BOMBARDEO.

Pasado ya el verano de 1938 y comenzado ya el otoño, se produjo el primer ataque aéreo al Puerto de Mazarrón. La hora y la fecha hicieron que muchas personas no vieran el bombardeo a pesar de encontrarse muy cercanos al lugar.

Base de Hidros de Pollensa.En la base de Pollensa, la Legión Cóndor tenía destacada desde el mes de julio de 1937 a su unidad de hidroaviones denominada AS.88, la escuadrilla de reconocimiento marítimo. Estaba equipada con unos 7 hidros Heinkel He 59B-2, antiguos biplanos, lentos y capaces de cargar 1.000 kilos de bombas en varias combinaciones. Con estos modestos medios y con un plantel de pilotos y tripulaciones muy capacitados, consiguieron enormes resultados en cuanto a barcos hundidos y destrozos en puertos e instalaciones a lo largo de la costa Mediterránea desde Almería a Port Bou.[9]

Un He 59 despegó de la base de Pollensa hacia las 03:00, dirigiéndose hacia la costa Mediterránea y situándose sobre Águilas hacia las 05:45. El avión pasó de norte a sur frente al puerto no divisando ningún barco anclado. Por la zona del rompeolas lanzó 3 bombas de 50 kilos sin consecuencia alguna y siguiendo su trayectoria se dirigió a la playa de Levante y debido a un error probablemente, lanzó otras 2 bombas en la zona del puente del ferrocarril que llega al embarcadero del Hornillo.

El hidro siguió hacia el norte buscando barcos Republicanos, volando bajo y pegado a la costa, ametrallando algunos camiones que encontró a su paso. Llegó a la vertical del Puerto de Mazarrón hacia las 06:15, encontrando fondeados en el puerto varios barcos de pesca y un velero de la Compañía Vera. El hidro lanzó en la primera pasada 5 bombas de 50 kilos desde una altura de I00 metros, que cayeron en el mar y cerca de los barcos. Al pasar el hidro por encima de las salinas fue alcanzado por los disparos de unos carabineros del puesto situado en la curva del Gachero, cerca del cruce de vías del ferrocarril.

Los habitantes del pueblo oyeron el ruido del avión unos minutos antes del ataque y la campana de la iglesia también sonó antes de la caída de las primeras bombas. Los que pudieron corrieron a los refugios, otros permanecieron en sus casas. El avión rodeó el cabezo del Faro, desde donde algunas personas le vieron girar y encarar la zona del Gachero como represalia a los disparos sufridos. En la segunda pasada lanzó 10 bombas de 50 kilos que cayeron sobre las balsas de agua de las salinas, tras una fila de casas que existía (y aún existe) junto a la carretera, a la altura del actual restaurante Miramar. Varias bombas no explotaron al hincarse en la arena o en las balsas, aunque las otras no causaron ningún tipo de daño material. Una de las bombas alcanzó a una de las casas en la parte posterior del tejado, causando pequeños destrozos. En esta pasada  ametralló toda la zona antes de girar a izquierda y volver a adentrarse en el mar por detrás de la Isla.

El hidro apareció en su tercera pasada sobre el puerto, ametrallando a los barcos, el puerto y la zona del paseo. El ataque duró unos 15 minutos y no causó víctimas ni heridos, pero al menos un barco resultó alcanzado seriamente. Se trataba del "Antonio Acosta", que resultó alcanzado por metralla de las bombas y ametralladoras. El ex "Sor", construido en 1902, pudo ser reparado pronto y proseguir sus viajes[10].

Hidroavión Heinkel He 59.

En este primer bombardeo cayeron un total de 750 kilos de bombas del tipo SC-50, que no provocaron víctimas ni daños importantes. Fue un domingo negro, a pesar de que no hubo pérdidas irreparables. Mucha gente entrevistada por los autores y que fueron testigos de este bombardeo, comentaron que el piloto debía ser del lugar pues "había dejado caer las bombas con cuidado".

EL SEGUNDO BOMBARDEO.

Tras el primer bombardeo del Puerto, muchos vecinos marcharon a vivir a las afueras pues el cambio de pareceres fue importante. Ahora por primera vez los aviones no iban a Cartagena, de paso, ahora el objetivo de las bombas estaba aquí mismo.

Hueco de una de "las bombas caídas durante la contienda, dentro un intérprete de la Legión Cóndor durante la visita de inspección que dicho cuerpo realizó al final de la guerra. Foto (probablemente el Gachero) Archivo Miguel Puchol.

Muchos testigos reconocieron al avión como "el zapatones", ese lento aparato que aparecía de noche en cualquier puerto Mediterráneo, con los motores casi apagados, a muy baja altura, y que con buena puntería lanzaba las bombas sobre su objetivo. Ya era famoso en muchos lugares y ahora lo conseguía aquí también.

Las noches del 3 y 4 de noviembre de 1938, el AS.88 desplegó toda su actividad en la zona de Murcia lanzando cinco He 59 sobre Águilas, y un sexto "zapatones" sobre las instalaciones ferroviarias del Puerto de Mazarrón. Este He 59 despegó de Pollensa a las 04:00 del día 4, y se dirigió a la costa Murciana contactando con ella hacia las 06:45, cerca de la Azohía; donde giró al sur hacia el Puerto de Mazarrón. El avión debió ser avistado al tocar tierra pues campana de la iglesia empezó a sonar antes de que el hidro llegase al pueblo.

Hacia las 06:50 estaba el He 59 situado sobre la zona de las salinas ya una altura de unos 150 metros comenzó a bombardear. En cada una de las cuatro pesadas que dio, lanzó una bomba SC-250, de 250 kilos, impactando dos de ellas sobre las vías del ferrocarril, cerca del cruce, otra junto al cambio de agujas y una cuarta en la zona de la playa de la Isla, explotando todas. No hubo víctimas ni heridos, a pesar de los 1.000 kilos de bombas que acababan de caer. El He 59 se adentró en el mar hacia las 07:05 alcanzando su base sin novedad alguna.

Las vueltas eran entrando desde el mar sobre el puerto, hacia las salinas, giro hacia la izquierda y de nuevo otra pasada, siempre al revés que las agujas de reloj. Este segundo bombardeo del Puerto de Mazarrón fue presenciado por pescadores y por la gente que se refugió en las cuevas del cabezo del Faro aquel viernes. Estos son los dos únicos bombardeos que sufrió el Puerto de Mazarrón en la guerra civil Española, ambos llevados a cabo por una unidad Alemana, los "neqrillos”, como se les denominaba en el argot Nacional. Los resultados obtenidos localmente fueron nulos, a pesar de que dicha unidad cosechó numerosos éxitos en otras Plazas Republicanas.

Mazarrón ya no volvería a sufrir ninguna agresión bélica aérea. Pero hasta que no acabó la guerra, el nerviosismo y el temor a sufrir nuevos bombardeos formaron parte de la atemorizada población.

Una vez acabada la guerra civil, en el mes de abril de 1939, el AS.88 envió sus hidros a la base de los Alcázares. Organizó una serie de visitas a los lugares en los que había realizado operaciones de bombardeo para estudiar los resultados obtenidos y elaborar una detallada memoria de guerra. Acompañados por pilotos Españoles, los Alemanes visitaron Almería, Águilas, San Javier, los Alcázares, Cartagena y el Puerto de Mazarrón;  además estuvieron en las provincias de Alicante, Valencia y Castellón. Hicieron fotografías de los destrozos de los puertos, almacenes, tinglados, vías férreas y barcos hundidos, y hoy en día se conserva solo una foto de las realizadas en el Puerto. Se trata del impacto de una bomba de 250 kilos en la playa de la Isla, en la zona de la curva del Gachero, y dentro del cráter está un piloto Español. Es una de las 4 bombas del segundo bombardeo. Los escasos resultados obtenidos en esta plaza debieron ser reflejados en ese informe que hoy está desaparecido. Sería todo un descubrimiento, y ahí aparecería el Puerto de Mazarrón.

 


[1] La Comisaría de Orden Público de Totana envió una carta pidiendo que fuesen bajadas las campanas de las iglesias del término para su fundición, y aunque fueron bajadas, no se fundieron. Archivo Municipal de Mazarrón, Seco 1",Leg. 148.

[2] Archivo Municipal de Mazarrón, Leg. 107, Ex'P. 8. Existía una fundición en Mazarrón dedicada a la fabricación de bombas de aviación

[3] Jefatura Base Naval a Alcaldía Mazarrón Idem

[4] Alcaldía de Mazarrón a Excmo. Sr. Jefe de la Base Naval de Cartagena, julio 1938. Archivo Municipal de Mazarrón, Sec lª, Leg. 148, Exp. 

[5] Gómez Vizcaíno, Aureliano. Castillos y Fortalezas de Cartagena. AFORCA 1998.

[6] Relación de barcos mercantes nacionales y extranjeros entrados en el Puerto de Mazarrón desde el 1 de julio de 1936 hasta el 1 de mayo de 1939. Archivo General de la Marina.

[7] González Echegaray, Rafael. La marina mercante y el tráfico marítimo en la guerra civil. Pago 162. Editorial San Martín 1977.

[8] A.M.M. Libro de Actas de 1938. Sesión del 3 de enero. Fol. 33

[9] O'Donnell Torroba, César. Las pérdidas de buques mercantes Republicanos causadas por hidroaviones de la Legión Cóndor durante la guerra civil Española (1936-1939). Revista de Historia Naval nº 43, 1993.

[10] García Bravo, Cristobal. Mazarrón, su mar y sus marinos. Gráficas Torre Pacheco 1989

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