Rubio Álvarez, Miguel

Fecha de nacimiento: 
09/06/1905
Lugar de nacimiento: 
Clasificación de la persona: 

Mazarrón puede ser un pueblo al que han querido dejar sin memoria, en parte porque durante un tiempo se tuvo que renunciar a ella, en parte porque no interesaba recordar para superar miedos, y en parte también porque, como consecuencia de las anteriores, las leyes de la naturaleza ( es decir, la muerte de los protagonistas o sus familiares), la emigración y la falta de interés de las autoridades y colectivos han llevado a que casi desaparezca toda una etapa histórica de las vivencias, vicisitudes y desventuras de los habitantes de este pueblo.

Veamos un ejemplo, el de un hombre común, aparentemente sin más historia que la del recuerdo que dejó en su entorno más cercano, llamado Miguel Rubio Álvarez.

Por repetitivas son archiconocidas cientos de fotografías que, bajo el título “Mazarrón ayer”, han ilustrado nuestras revistas y periódicos. La Avenida Constitución, el Asilo, las minas, la romería, etc. son casi siempre fotografías que conocemos de memoria. En algunas de ellas, por reconocer a algún familiar o amigo, nos paramos pero normalmente por rutinarias dejan de llamar nuestra atención.

Hay una de estas fotografías en las que nos vamos a parar; creo que es una secuencia del fotógrafo Paco García realizada en los entonces talleres de Minofer en 1955. García captó esa mañana a los obreros que allí se encontraban realizando diversos trabajos y realizó una toma con todos los que andaban esa mañana por el taller. Hay bastante gente joven, casi unos críos, que sonríen con esa vitalidad juvenil que da la vida. Otros son unos ancianos, o por lo menos lo parecen. No ríen tanto, si acaso una leve sonrisa para celebrar ese breve momento. Alguien se preocupó de poner nombre a todos esos actores, varios de los cuales viven aún.   

Uno de ellos asoma su cabeza y sonríe levemente, tras la figura del viejo minero Juan Segura. Es un hombre maduro pero todavía no envejecido (50 años), con gruesas gafas de cocha y entradas. Se llamaba Miguel Rubio Álvarez y todos lo tienen por un hombre discreto, callado, bonachón, siempre con sueño atrasado porque ayuda en sus horas libres trabajando en el horno de los “horneros” que regenta la familia de su mujer, Juana, que le riñe por los diversos quehaceres domésticos.

Y sin embargo, este hombre tranquilo, más bien callado, que vive en ese Mazarrón nacionalsindicalista que intenta escapar de la miseria que la guerra y el régimen franquista trajo, alguna vez soñó un mundo mejor y  participó para poder cambiarlo…..

Un hombre tranquilo.

Al poco de llegar a Mazarrón desde La Unión, hacia 1890, muerto su padre, sin abuelos y con la compañía únicamente de su tío-abuelo Manuel, Antonio Rubio Forméns se instaló en el pueblo y trabajó en diversas tareas como jornalero. De su estancia en ambos núcleos mineros pudo comprobar lo desigual del mundo que les había tocado vivir. Hombres que entregaban lo mejor de su vida por un mísero jornal; niños que apenas alcanzaban un mínimo de edad entraban a ser explotados en la mina; viejos que no tenían ningún recurso donde acudir tras una vida de dolor y miseria. Y sin embargo existían unos pocos bien situados, que vivían opíparamente y que, salvo excepciones, no veían el miserable mundo que giraba a su alrededor. Un mundo donde los niños enseguida pasaban a imitar a los hombres, a ver como algo cotidiano los burdeles y mancebías, tabernas y teatros; un mundo donde tan fácil era vivir como morir.

Antonio Rubio conocería a Concha Álvarez Sáez, joven viuda que hacía dos años había pasado por el trago de ver morir a su marido, José Ballesta Carvajal, de una pulmonía. El 19 de septiembre de 1889 se casaron en la iglesia de San Antonio de Padua. Él seguía siendo un jornalero y ambos reconocían ser “pobres de solemnidad”. Tenían su domicilio en la calle del Calvario, donde nacería su hija Isabel, que murió al poco tiempo. En 1902 tenían su domicilio en Las Moreras, y allí nació otra hija a la que pusieron por nombre Isabel María.

El 9 de junio de 1905 nació Miguel Rubio Álvarez, en el domicilio de la calle Sagunto, al que añadieron el nombre de Andrés a la hora de bautizarlo en la iglesia del mismo nombre.

En 1928, con el servicio militar recién terminado y 23 años de edad, Miguel Rubio contrae matrimonio con Juana Navarro, de la familia de los “horneros”. Viven en la Calle del Horno, nº 4 y allí nacerá su hija Concha. Sin embargo a los tres meses una bronquitis aguda se llevó a la tumba a la pequeña, un frío 9 de febrero de 1930. Después vendrían María, Concha, Antonio y Diego. En todo este tiempo Mazarrón ha pasado de ser un emporio de riqueza a ir deslizándose por una cuesta de crisis cada vez más pronunciada. Miles de obreros abandonan el pueblo porque las minas son cada vez menos productivas y al mismo tiempo va surgiendo un clima de conciencia social donde los sindicatos de clase empiezan a arañar reivindicaciones a los patronos.

Miguel trabaja en la mina como peón y ayuda en el horno de la familia de su mujer; ha conseguido hacerse con una cierta instrucción, tiene buena caligrafía, lee todo lo que puede y empieza a poseer una conciencia de clase bastante clara.

La llegada de la II República y esa conciencia de clase le lleva a militar en el sindicato minero de la Unión General de Trabajadores, que cuenta con bastante representación en las minas de Mazarrón. A todo esto la empresa explotadora de las mismas, la Sociedad de Minas de Hierro de Bédar (heredera de la Cía de Águilas), ante el panorama internacional, el coste de la explotación y la ausencia de maquinaria moderna presenta el cierre patronal. Ante el problema obrero que se avecinaba se busca una solución y se constituye una Comunidad de Obreros para sacar las minas adelante, pero el proyecto fracasa y al cabo de un año las minas vuelven a manos de Bédar. Los problemas sociales van en aumento en una espiral que la República no puede controlar. Las directrices políticas y sindicales poco a poco se van radicalizando y, pese a las expectativas creadas, el nuevo régimen es incapaz de solucionar los diversos conflictos que se le plantean. Mazarrón es un municipio problemático y en él se van reflejando las vicisitudes del país. Huelgas, paros, alteraciones del orden, forman parte de la vida cotidiana. El cambio de gobierno y la llegada de Lerroux al poder, así como la entrada de la derecha en el gobierno desencadena en Octubre de 1934 una revolución auspiciada por partidos y sindicatos de izquierdas que tiene en Asturias su máximo exponente. La represión consecuente, el cierre de Casas del Pueblo, sindicatos anarquistas y detención de gran parte de los elementos destacados del izquierdismo sirven de caldo de cultivo para un fraccionamiento social radical.

Al mismo tiempo, el sindicato minero de la UGT, más moderado y posibilista, en el que milita Miguel Rubio se ve desplazado en la primacía de los obreros mazarroneros por las ideas anarquistas de la CNT-FAI. Las elecciones generales de febrero de 1936, muy disputadas, son ganadas por el bloque de izquierdas que conforman el Frente Popular, pero lo más preocupante es la enorme división que muestra el país.

A raíz de estas elecciones, son repuestos de nuevo los ayuntamientos republicanos surgidos en abril de 1931. A esas elecciones de febrero que tanto significado tenían, y que tanto podían marcar a las personas que se presentaban en ellas, figura como candidato socialista Miguel Rubio, y como tal, fue nombrado concejal por el PSOE-UGT en el Ayuntamiento de Mazarrón, junto con sus compañeros de partido Sebastián Alonso y Francisco Toledo

Al mismo tiempo las dificultades en las minas iban en aumento. El periodo 34-35 fue bastante duro, y según denunciaban los obreros, a todo aquel que no se mostraba de acuerdo con las condiciones de trabajo pasaba por el cuartel de la Guardia Civil para que “a bofetadas y palos” entrase en razón. Tras otra tentativa fallida de Comunidad en esa etapa, Bédar vuelve a tomar el control de las minas, pero la empresa sigue alegando falta de rentabilidad y amenaza de nuevo con dejar sin trabajo a toda la población obrera. Ante esta perspectiva se realizan gestiones por parte del ayuntamiento y el ministerio, así como se consigue constituir una delegación obrera donde estén reflejados todos los sindicatos para encontrar una solución, pero la situación es muy tensa y el conflicto parece inevitable, y por lo tanto, el hambre y la ruina para las familias mazarroneras. Los sindicatos obreros deciden enviar a negociar con la empresa a aquellos más destacados, sabiendo que después de varios fracasos, esta puede ser su última oportunidad.

El Liberal. 25 de marzo de 1936El 10 de mayo sale de Mazarrón la comisión encargada de negociar el nuevo contrato. Al pasar por Murcia pasan por el Gobierno Civil para informar al Gobernador Civil y luego siguen viaje hacia Madrid, la gran ciudad cosmopolita y gigantesca para aquellos mineros de un pueblo casi incomunicado de la polvorienta Murcia. Ese mismo 10, en el Palacio de Cristal, se está eligiendo como nuevo presidente de la República a Manuel Azaña. Madrid está agitado, Santiago Casares Quiroga forma nuevo gobierno.

 

La cartelera de Madrid. La Libertad 25/4/36

Estos pobres obreros de Mazarrón, deslumbrados por los neones y los carteles de espectáculos, ¿qué sentirían? Tal vez tuviesen tiempo de ir al Palacio de la Música o al Capitol donde Clark Gable era el protagonista de “Rebelión a bordo” o al Rialto, donde Miguel Ligero e Imperio Argentina interpretaban la exitosa “Morena Clara”.

La negociación dura varios días. Por fin, la víspera de San Isidro, el 14 de mayo de 1936 se reúnen de nuevo en los elegantes salones de la Dirección General de Minas las partes bajo el auspicio del Director General, Matías Ibrán. Por un lado está Alfredo Dorn, ingeniero-director de la Sociedad de Bédar, por otra Tomás Viváncos Ruíz, como alcalde de Mazarrón y por otra la comisión obrera formada por los anarquistas Miguel Pujante Vivancos y Alfonso Vélez Granados (alias picante). Los socialistas del sindicato minero de la UGT han designado como representantes a dos compañeros que trabajan juntos en la mina “Santa Ana”, Francisco Toledo Pérez y  Miguel Rubio Álvarez, y como representante de todos a Francisco Navarro Vivancos.

La Pradera de San Isidro. Madrid. 15/5/36Allí, tras varias reuniones y formulas, consiguen llegar a un acuerdo. Bédar cede en subarriendo las minas que explota a una comunidad de obreros por 200 pesetas mensuales, haciéndose responsable Bédar de las deudas contraídas y la Comunidad de los pagos de impuestos, cánones y el desarrollo laboral a partir del día 21 de mayo. El acuerdo se acepta a expensas de que una asamblea obrera en Mazarrón lo autorice, solicitándose también al gobierno el pago de 250.000 pesetas para que la nueva comunidad pueda desenvolverse. Tras esto, la comisión volvió a Mazarrón. El día 15 “Gaziel” publicaba en La Vanguardia el siguiente artículo “Toda España, con excepción de Cataluña, vive una atmósfera precursora de la guerra civil, y Madrid es el horno principal de donde brota ese vaho irrespirable, pues está dividida en dos bandos que quieren aniquilarse mutuamente, con una buena fe ingenua y bárbara porque creen que les es imposible convivir”

La noticia del acuerdo fue recibida con alivio en el pueblo y finalmente la asamblea la aprobó, comenzando de nuevo los obreros a gestionar por sí mismos la industria, nombrándose una Junta Directiva también en asamblea (celebrada en el Teatro Circo el 20 de mayo), que designó como presidente a Francisco Navarro Vivancos, Secretario a Joaquín Martínez Vicente (futuro alcalde de Mazarrón), Contador Antonio Campos Soler, Tesorero Antonio Montiel Sánchez y vocales Miguel Rubio, Francisco Toledo y Félix García Muñoz. Las minas seguían trabajando, pero el dinero que el Estado se comprometía a enviar a los pobres mineros de Mazarrón no llegaba, y eso se traducía en hambre. Lo escribía el poeta minero Juan Duarte Romera “sin pan y sin trabajo no puede haber paz ni tranquilidad”. La Guardia Civil efectuaba frecuentes cacheos ante el clima de tensión reinante, y el ambiente, lejos de serenarse, irá subiendo conforme se aproximaba el caluroso verano del 36. Una noche, al salir del cine con su novia, el minero Félix García (uno de los vocales mineros) será abofeteado por dos guardias civiles hasta reventarle las narices, y así sangrando lo encontrarán unos serenos, del Ayuntamiento que darán inmediata cuenta al alcalde.

Un par de meses después, el intento de golpe de estado que una parte del ejército realiza el 18 de julio provoca el estallido de la guerra civil. Serán tres años de guerra, destrucción y muerte. Después vendrá la paz de los vencedores sobre un país destrozado, física y moralmente.

Miguel Rubio puede contemplar como saltaban todos los estamentos sociales y políticos. Desde la Casa del Pueblo participó en los asuntos mineros que le incumbían, participó en las agitadas asambleas mineras celebradas en el Teatro Circo y llegó a estar en cargos directivos del Sindicato Minero, sin que nadie pudiese decir nada malo de él. Acabada la guerra, derrumbado el mundo de ilusiones de la II República, siguió en su pueblo.

El Tribunal de Responsabilidades Políticas, en mayo de 1941 lo acusaba de ser un socialista, miembro destacado del Frente Popular. No era mentira. El informe del ayuntamiento reconocía esos cargos, pero se veía en la obligación de reconocer que ese hombre, “a pesar de su orientación política, observó siempre buena conducta moral. No tiene bienes raíces. Su mobiliario valdrá unas 200 pesetas. Gana un jornal de 6 pesetas, su esposa tampoco tiene bienes raíces”. Tiene 4 hijos, María, Concha, Antonio y Diego, de 10, 8, 5 y 3 años”. Su cuñado Diego estaba desaparecido desde 1939 y moriría bajo el hielo de Siberia en noviembre (“Diego Navarro Martínez, un mazarronero en el gulag”); sus compañeros y amigos estaban o en la cárcel o exiliados, alguno fusilado y otros malviviendo intentando sobrevivir, como él mismo (Andrés Lorente Sáez, -encerrado en el campo de exterminio de Mauthausen-; Sebastián Alonso Guijarro, preso en Totana; Rodrigo López, exiliado; Julio Sánchez Díaz –picando en el destacamento penal de Minas, Albacete-, José Rodríguez García (primer alcalde socialista de Mazarrón, preso en Cartagena), los hermanos Eladio y Sixto Pérez Miralles (Sixto escapando de los bombardeos nazis de la línea Maginot y viendo como moría a su lado su amigo Ginés Martínez “el vencejo” y Eladio en el famoso “canal de los presos”, por citar unos cuantos nombres…..)

Tal vez por eso, en esa fotografía de los talleres de Minofer que recoge a unos cuantos mineros trabajando, viendo la dura juventud de algunos y la realidad de otros, Miguel Rubio esboza una leve sonrisa, amarga tal vez, y sigue su rutina en ese largo silencio que le toca vivir.

P.S: Integrantes de la fotografía:

Bartolo “fontanero, Fernando Blaya hijo, Andrés Navarro, Chapela, Juan “mosicas”, Pepe Martínez, Pedro, Juan Sáez, Nicolás Sotomayor, Paco Solá, Eugenio, Fernando Blaya padre, Ginés, Miguel Rubio, Ginés Navarro, Antonio Sánchez, Juan Segura, Heredia, Rubio, E. Menarguez, Juan, Ginés “motorista”, Miguel López, Tito Yepes, Jaimi.

Foto de "Mazarrón, pueblo minero" de Antonio Rico Rodríguez. 2011

Fuentes de información: 

ARCHIVOS

ARCHIVOS PARROQUIALES DE MAZARRÓN

SAN ANTONIO DE PADUA

 

SAP

ARCHIVO HISTÒRICO DE MAZARRÓN

AH MZ

ARCHIVO GENERAL DE LA REGIÓN DE MURCIA

AG RM


BIBLIOGRAFÍA

RICO RODRÍGUEZ, A. “Mazarrón pueblo minero”. ED ANTONIO PAREDES NAVARRO. 2011

BIBLIOGRAFÍA

 

Forma parte del proyecto: 

Novedades

04/04/2023

El pasado 14 de abril de 2023 se presentó en el Centro Cultural de Mazarrón el Cuaderno de estudio nº7 sobre La II República en Mazarrón obra de Fernando Carreño Zamora.

26/05/2022

El pasado sábado 21 de mayo de 2022 se celebró en el Centro Cultural

Libro de Visitas

14/04/2016

HOLA,DECIOS QUE ME ENCANTA ESTA INICIATIVA Y QUE ME GUSTA MUCHO QUE SE RECONOZCA LA

13/02/2016

Mis felicitaciones por el admirable trabajo que estáis haciendo.

03/02/2016

Hola quiero felicitar a todos los que haceis posible que la historia y la memoria llegue a todo e

01/06/2015

Hola Alumbradores, os felicito por haber iniciado este camino y me uno a vosotros para recorrerlo

18/05/2015

Este espacio lo ofrecemos como libro de visitas donde dejar vuestro comentario.

Contacto

CAPTCHA
Esta pregunta se hace para comprobar que usted es o no una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.
1 + 0 =
Solve this simple math problem and enter the result. E.g. for 1+3, enter 4.